En la parashá Ekev, Moshé continúa su discurso final a los Hijos de Israel, les habla de las promesas, los reprende por las faltas que cometieron y también les recuerda el perdón Divino y la manera en las que Di-s los alimentó diariamente y por 40 años con el mana que caía del cielo. Esta es una charla de un papá responsable a sus hijos para que les vaya bien, en la que les enseña los tips para triunfar, pero también les recuerda que hay un Papá en el cielo siempre dispuesto y cuyos atributos debemos imitar.
En su libro Tomer Deborá, el Rabi Moshé Cordovero enseña algo particularmente edificante y es que el hecho de haber sido creados a imagen y semejanza del Creador implica que estamos obligados a comportarnos como Di-s, y es aquí en donde quisiéramos plantear la reflexión.
En el discurso de Moshé se resalta que aún en medio de la multitud de faltas que tenemos el Señor siempre provee todo (ropa, comida, salud, etc) y si Él lo hace nosotros también lo tenemos que hacer, esa lucha por demostrar poder en nuestros entornos es vana, que bueno sería que nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros subalternos vieran un reflejo de Di-s en nuestro comportamiento y opinaran lo que dice en Miqueas 7:18 “¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.”
Ahora bien, El Señor no solo provee todo, sino que además siempre lo hace de buen ánimo, dice Proverbios 16:15 “El rostro radiante del rey es signo de vida; su favor es como lluvia en primavera.”. Si Di-s siempre irradia vida y siempre es oportuno, nosotros tenemos la obligación de siempre intentar tener un rostro amable y buscar tener un comportamiento siempre conveniente hacia toda persona que nos rodea… difícil, pero por eso Yeshua enseñó “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.” [Mateo 7:7-8]
Querido lector, hay múltiples cosas que tenemos que cambiar, Di-s no es lejano, no es amorfo, de hecho puedes estar seguro que todo tu entorno está pendiente de ti para ver como es ese Di-s al que dices buscar y profesar porque tu eres imagen y también semejanza del Di-s de Israel, por eso Yeshua ordenó:
“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo” [Mateo 5:16]
Bibliografía:
- Biblia NVI
- Tomer Deborá, Rabi Moshe Cordovero